En los primeros tiempos del ballet clásico no existían las zapatillas de punta, por lo que las bailarinas rellenaban las puntas de los zapatos con algodón. Hace solo 40 años los fabricantes endurecieron las zapatillas con cola, reforzándolas, lo que permitió mayor agilidad y elegancia en los movimientos. La novedades más importantes que impuso el desarrollo técnico del ballet fueron las zapatillas de punta, utilizadas exclusivamente por las mujeres. Su antecedente data del ballet Céfiro y Flora (1796), de Charles-Louis Didelot, donde los bailarines se paraban sobre las puntas de los pies al ser sostenidos por alambres. En 1813 el maestro Jean François Coulon hizo trabajar a su discípula Geneviève Gosselin las puntas, pero en las zapatillas flexibles que habían sustituido a los zapatos de tacón. Poco después, en 1820, hizo lo mismo con otra bailarina, Amelia Brugnoli. Sin embargo, las zapatillas de punta reforzada fueron introducidas al ballet por Marie Taglioni. Con este calzado la ballerina se volvió más inmaterial, etérea, inalcanzable. Con las puntas se restringieron todavía más los movimientos naturales, pero la mujer pudo lograr imposibles con sus pies. Se iniciaron las innovaciones técnicas y virtuosas femeninas, con estilo exótico, calidad etérea y balance precario. También el romanticismo permitió un trabajo más completo del pas de deux, en el cual todo (incluyendo el bailarín varón) se sometía al lucimiento de la ballerina. Algunos consejos ... Cuando adquieras una zapatilla de ballet debes recordar que no puede ser muy ancha, ni apretada, debe ajustarse como un guante a los pies. Además los pulgares deben quedar libres, no encogidos, para que puedas trabajar libre y sentirte sujeta y segura. Estas ultimas dos recomendaciones son validas para ambos tipos de zapatillas. Debes saber además que existen puntas para bailarinas con mayor o menor empeine, para las primeros son mas duras, y más difíciles de "quebrar", como se dice en la jerga del ballet, mientras que para las segundas, la punta no viene tan reforzada. Una vez que tienes tus zapatillas de ensayo y/o de punta debes acondicionarlas, pegarles el elástico y/o las cintas, según sea el caso, para darles firmeza y comodidad. Goma: Para saber el lugar exacto donde instalarlo y coserlo, dobla la parte del talón de la zapatilla hacia delante. Luego fija la cinta y/o elástico donde termina el doblez. Debes tomar la precaución de no darle puntadas al cordón o elástico con el que te abrochas la zapatilla cuando esta suelta, pues si lo haces, después no podrás ajustarla como quieras. A propósito de este cordón que viene incorporado a la zapatilla, y que rodea el borde superior de esta: cuando estés en clases debes esconder el nudo y las puntas de este bajo tu empeine, dentro de la zapatilla. Esto es valido tanto para las zapatillas de ensayo como para las de media punta.Todo en danza
martes, 24 de noviembre de 2009
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